martes, 16 de enero de 2018

Las dos de Churchill

   
   Ayer fui al cine a ver esa de Churchill, la de Gary Oldman,
"El Instante mas oscuro".
La verdad que el actor se sale.
Estaremos seguramente ante el Oscar al mejor actor de este año, aunque para mi gusto el Tommy Wiseau de James Franco en "The Disaster Artist" debería llevarse la estatuilla para su casa.
Pero bueno, ya sabemos como es Hollywood, no siempre premian al mejor.

Al margen de la interpretación genial de Oldman, la puesta escena, la ambientación histórica de vestuario y arte y la fotografía se salen.
El problema es que me aburrí como un perro.

Dos horas de película con el Churchill decidiendo si negociaba una paz pactada a la baja con Hitler o no... cuando todo el que haya ido al colegio y haya dado historia sabe que no pactaron nada.

Luego, casi al final, hay una escena mas vergonzante que patética en el metro de Londres, muy bien rodada, pero una auténtica basura a nivel argumental, en la que Churchill deja su coche oficial y se mete en el subterráneo para mezclarse con el pueblo llano a ver que opinaban ellos sobre si pactar o no con los alemanes...
Muy emotiva, muy metafórica y todo lo que tú quieras, pero además de imposible, se sale del realismo y el rigor histórico del resto de la cinta.



   Salí del cine y llegué a casa y me puse la otra de Churchill, la de Brian Cox... (sí, me la descargué ilegalmente, que quieres)... y bueno...
Está bien verlas las dos seguidas, ya que la segunda se sitúa cuatro años después de la primera, y la sensación es de continuidad total, sin que ningún salto brusco te saque de la ilusión óptica de que estás viendo la misma película, a pesar de las diferencias físicas de ambos protagonistas y del abismo fotográfico que separa ambas cintas.

   En las dos propuestas se evidencia la misma pretensión. Humanizar al personaje histórico, mostrar sus dudas, sus virtudes y defectos, incluso sus debilidades, para finalmente elevarle a la categoría de héroe para la historia, lanzando así el discurso de que el héroe clásico puede ser cualquier hombre o mujer corrientes, con sus imperfecciones, pero sabiendo estar a la altura de la Historia.

Bien. No deja de ser cierto, pero...

Aparte de que, en "El instante mas oscuro" deberíamos haber pulsado el "pause", vernos "Dunkerke" la de Nolan, y después seguir viéndola, mas que nada para valorar la realidad del conflicto desde el punto de vista humano y no político, pues lo cierto es que aún estoy esperando una versión de esta historia y de este personaje histórico desde el punto de vista del genocidio que cometió el tipo en La India.

La India pertenecía al Imperio Británico en esa época, y Churchill ordenó embargar las cosechas del país asiático para alimentar a las tropas británicas.
Esto provocó la muerte de casi tres millones de personas, hombres mujeres y niños condenados a morir de hambre.
¿Y qué dijo nuestro hombre corriente, elevado a héroe para la historia? Algo así como que los hindúes eran una sucia raza, que se habían reproducido como conejos, y que ahora pagarán las consecuencias...



¿Dónde está esta película? El capitalismo jamás se responsabiliza de sus muertos, ni en el cine ni en la vida real.
¿Qué diferencia hay entre el tiro en la nuca de Stalin, la cámara de gas de Hitler, y el embargo de alimentos de Churchill?

Es como en aquella película de Meryl Streep sobre Margaret Thacher. Ni una palabra sobre su apoyo a Pinochet... nada... la historia se escribe hacia atrás siempre...y en el cine ni eso...





martes, 2 de enero de 2018

"La Habitación Sueca"- La madurez de la imagen.

   
   A veces el audiovisual canario te da alegrías inesperadas. 
No siempre pero sí a veces.

Y eso es precisamente lo que he sentido hoy al asistir a un pase privado de "La Habitación Sueca", el último (de momento) cortometraje del realizador canario Esteban Calderín.

   El cine que hace Calderín es capaz de aturdirte lo mismo con esos paranoicos divertimentos post apocalípticos que son 2067 o su secuela 2097, como de regalarte un demoledor thriller psicológico como es el caso de esta Habitación Sueca.

   Y digo demoledor porque es en este cortometraje de apenas 17 minutos de duración donde Calderín alcanza la cima de su obra personal logrando un relato desgarrador, introspectivo y críptico sobre la redención forzosa de los pecados.
Un pecado que, en este caso, se oculta deliberadamente al espectador, contribuyendo así al simbolismo absoluto, a la mirada interior hacia nosotros mismos, donde residen nuestro propios pecados olvidados en el subsconsciente.

   A esta atmósfera contribuyen no solo esos magníficos planos, planos que duran ese poquito mas de lo que mandan las academias y manuales de cine, sino que lo logra a través de un maravilloso duelo interpretativo entre sus dos actrices protagonístas,Yazmina Guerra y Raquel Amegashie, ambas bordando sus papeles con una sutilidad y contención emotiva perfectas y sin fisuras dramáticas.

   El ritmo narrativo, lento y pausado, sin prisas por contarte la historia, entendiendo que los espectadores, igual que los personajes, tienen todo el tiempo del mundo para entenderlo y entenderse, es uno de los grandes aciertos de la cinta.
   La fotografía de interiores apoya esa atmósfera emocional malsana, a través de unos planos en los que Calderín escruta el rostro de sus actrices, tallándolos en la piedra fílmica como si de un escultor renacentista se tratase.

Yazmina Guerra en un fotograma de "La Habitación Sueca"


   El personaje al que da vida Yazmina Guerra vive encadenado, física y metafóricamente, a ese pecado que, como ya señalé, se nos omite intencionadamente, y es su reflejo representado en la figura de Raquel Amegashie quien la obliga al acto de contricción que pueda redimirla.
Sin embargo, no hay una lectura religiosa en esta historia. Nada mas lejos.
La perspectiva es completamente humana y existencialista.

Raquel Amegashie en un fotograma de "La Habitación Sueca"


   Me atrevería a decir que es este uno de los mejores cortometrajes canarios rodados en el último año. No los he visto todos, vale, pero sí que he visto muchos. Y es, sin lugar a dudas, el mejor trabajo hasta la fecha de su realizador, donde la imagen captada alcanza la madurez fílmica que todo creador busca.

   Si este mundillo fuera justo, esta Habitación Sueca recorrería innumerables festivales y certámenes, entrando en futuros catálogos y selecciones...
...si este mundillo fuera justo, claro.