martes, 22 de septiembre de 2015

Ay va lo que dijo Trueba


-Que no se ha sentido español ni cinco muntos de su vida...

-¿Y qué?

-Y lo dice mientras recoge un premio nacional, un premio español...

-¿Y qué?

-Pues que si no se siente español, no puede recoger un premio español... por coherencia debería haberlo rechazado...

   Bueno... En primer lugar: No creo que Trueba haya hecho un discurso hostil anti-español. No se posicionó en un término opuesto, pidiendo la independencia de Madrid (recordemos que Trueba nació en Madrid) ni nada por el estilo.
   No.
La lectura creo que es otra.
Creo que Trueba hablaba de otra cosa.

   Yo no me siento especialmente español, a pesar de haber nacido en España, ni me siento especialmente canario a pesar de haber nacido en Canarias, como tampoco me siento, yo que sé, especialmente del Barrio de Escaleritas... Y creo que la palabra clave en todo esto es "especialmente".

   Y Trueba tiene perfecto derecho a acceder a ese premio o a cualquier subvención porque él paga impuestos en esta administración, y con el dinero público, incluido el suyo, se mantienen instituciones culturales públicas.
   Sería como decir que si no te sientes español no vayas a que el médico de la seguridad social te atienda aunque esté pagado por tus impuestos, ni que la profesora del colegio público a quien estamos pagando su sueldo para que enseñe a nuestros hijos, le pueda dar clases a mi hijo solo porque yo no me siento especialmente español.

   No. Mi identidad cultural social o política y mis sentimientos no vienen definidos por un concepto geopolítico.
Yo soy camarero. Trabajo en la hostelería, y te aseguro que me siento mas identificado social e incluso culturalmente con mi compañero camarero uruguayo, o mi compañero cocinero italiano, con quien comparto sudores, explotación laboral y con quien trabajo codo a codo a diario, que con mi empresario nacido y criado en un chalét en Tafira.

También me dedico al cine, y si mañana me dan un premio al mejor largometraje en Tokio, lo aceptaré y eso que no me siento especialmente japonés...

   Y si mañana vamos en el Titanic yo, el español Diaz Ferrán y un obrero de la construcción peruano, el barco se está hundiendo y sólo puedo salvar a uno en mi bote salvavidas te aseguro que Diaz Ferrán va a tener que irse nadando a Nueva York por muy españoles que ambos seamos.

   Esa es mi patria, por encima de banderas y patriotismos.

(P.D: Y me puedo alegrar que gane la selcción española igual que me alegré cuando Camerún le ganó a Argentina en aquel mundial. )